Arreglar la manilla de una puerta puede parecer una tarea difícil, pero en realidad es bastante sencilla. Siempre y cuando tengas las herramientas adecuadas y sigas los pasos correctos, podrás solucionar este problema en poco tiempo y sin gastar mucho dinero.
Identifica el tipo de manilla
Antes de comenzar con la reparación, debes identificar qué tipo de manilla tiene tu puerta. Las manillas de puertas más comunes son las que se encuentran en forma de perilla o de palanca. Además, hay otros tipos de manillas menos comunes como las manillas con bisagras o las manillas electrónicas.
Si tienes una manilla de perilla, es probable que tenga un tornillo en el centro de la manilla. Si tienes una manilla de palanca, es posible que tenga un tornillo en la parte inferior de la manilla o en la placa de la puerta.
Revisa el mecanismo de la manilla
Una vez que sepas qué tipo de manilla tienes en tu puerta, es momento de revisar el mecanismo de la manilla. Para hacer esto, debes retirar la manilla de la puerta.
Si tu manilla tiene un tornillo en el centro de la manilla, necesitarás un destornillador para retirarlo. Si tu manilla tiene un tornillo en la parte inferior, necesitarás una llave Allen para retirarlo.
Una vez que hayas retirado la manilla, podrás ver el mecanismo que está dentro de la puerta. Revisa si hay alguna pieza rota o si hay algún tornillo suelto. Si encuentras alguna pieza rota o si hay algún tornillo suelto, deberás reemplazar la pieza o volver a ajustar el tornillo.
Reemplaza la manilla
Si el problema con tu manilla no se puede solucionar reparando el mecanismo, es probable que tengas que reemplazar la manilla por una nueva. Afortunadamente, esto no es muy difícil de hacer y no requiere mucho tiempo.
Para reemplazar la manilla, primero debes comprar una nueva que sea compatible con tu puerta. Una vez que tengas tu nueva manilla, sigue los siguientes pasos:
- Retira la manilla vieja de la puerta como se indica en el paso anterior.
- Coloca la placa de la nueva manilla sobre el agujero en la puerta y asegúrate de que esté nivelada.
- Inserta los tornillos de la placa de la manilla en los agujeros correspondientes en la puerta.
- Coloca la manilla sobre la placa y asegúrala con el tornillo que viene incluido.
Conclusión
Arreglar la manilla de una puerta no es una tarea difícil si sigues los pasos correctos. En la mayoría de los casos, solo necesitarás revisar el mecanismo de la manilla y ajustar o reemplazar la pieza dañada. Si tienes problemas con la manilla de tu puerta, intenta solucionarlo siguiendo los pasos que te hemos mostrado. Si aún tienes problemas, es posible que necesites la ayuda de un profesional en bricolaje.
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