El burlete es una pieza fundamental en el zócalo de nuestras casas ya que cumple la función de sellar la junta entre la pared y el suelo, evitando así que entren corrientes de aire, polvo o insectos. Con el transcurso del tiempo, el burlete se desgasta y pierde eficacia, por lo que es necesario cambiarlo. A continuación, te explicamos cómo hacerlo de manera sencilla.
Paso 1: Retirar el burlete antiguo
Lo primero que debemos hacer es retirar el burlete antiguo. Para ello, podemos utilizar una espátula o un destornillador para separarlo de la pared y el suelo. En algunos casos, el burlete puede estar pegado con adhesivo, por lo que necesitaremos usar un disolvente para poder retirarlo sin dañar la pintura o el suelo.
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Una vez retirado el burlete antiguo, debemos limpiar bien la zona donde se encontraba. Es importante eliminar cualquier resto de adhesivo o suciedad para asegurarnos de que el nuevo burlete quedará bien fijado y se ajustará correctamente.
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Antes de comprar un nuevo burlete, es importante saber la medida exacta del espacio que queremos cubrir. Para ello, debemos medir la longitud de la junta entre la pared y el suelo, teniendo en cuenta que el burlete debe sobresalir ligeramente por ambos lados para conseguir un sellado eficaz.
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Una vez que tenemos la medida exacta, ya podemos cortar el burlete a la medida deseada. Es importante utilizar un cutter o una tijera bien afilada para conseguir un corte limpio y preciso. Además, debemos asegurarnos de que el burlete tiene la misma anchura en toda su longitud para evitar huecos o irregularidades que podrían comprometer su eficacia.
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Una vez que tenemos el burlete a medida, podemos fijarlo en su lugar. Para ello, podemos utilizar adhesivo de doble cara o cola específica para burletes. Es importante aplicar el adhesivo en toda la superficie del burlete para que quede bien fijado. Además, debemos asegurarnos de que el burlete queda bien pegado tanto a la pared como al suelo para conseguir un sellado eficaz.
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Una vez que hemos fijado el burlete, es importante eliminar los restos de adhesivo que hayan quedado en la pared o en el suelo. Podemos utilizar un disolvente específico para adhesivos o una mezcla de agua y vinagre para conseguir un resultado óptimo sin dañar la pintura ni el suelo.
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Cambiar el burlete de un zócalo es una tarea sencilla que podemos hacer nosotros mismos siguiendo unos pocos pasos. Con una herramienta adecuada y un poco de paciencia, podemos conseguir un sellado eficaz que nos ayudará a mantener nuestra casa aislada del frío, el calor y cualquier tipo de inclemencia meteorológica o insecto.
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