Las cerraduras son elementos imprescindibles en nuestra vida cotidiana. Las encontramos en nuestras puertas de entrada, armarios, cajones, coches... su buen funcionamiento es vital para nuestra seguridad y confort. En este artículo vamos a explicar cómo engrasar cerraduras y asegurarnos de que su mecanismo funcione correctamente.
¿Por qué debemos engrasar las cerraduras?
En general, las cerraduras están diseñadas para resistir el desgaste y la oxidación, pero con el tiempo, el polvo, la suciedad, la grasa y la humedad pueden afectar su correcto funcionamiento. Cuando una cerradura comienza a atascarse, nos damos cuenta de lo importante que es un buen mantenimiento.
El engrasado de las cerraduras es una tarea simple y rápida que podemos realizar en casa. Además, no solo mejora la función de la cerradura, sino que también la protege de la corrosión y prolonga su vida útil.
Pasos para engrasar cerraduras
Antes de comenzar a engrasar la cerradura, necesitamos asegurarnos de tener todos los elementos necesarios a mano. A continuación, te indicamos los pasos necesarios para un correcto engrasado de tu cerradura:
Paso 1: Desmontar la cerradura
Para acceder al interior de la cerradura, es necesario desmontarla del soporte. Para ello, necesitaremos un destornillador adecuado para los tornillos de la cerradura. Es importante hacerlo cuidadosamente para no dañar la cerradura ni el soporte en el que se aloja.
Paso 2: Limpiar la cerradura
Una vez tengamos la cerradura desmontada, podemos proceder a su limpieza. Con un cepillo suave y un poco de alcohol isopropílico, eliminaremos cualquier suciedad o polvo acumulado en su interior. Es importante tener precaución y no dañar las piezas, por lo que es recomendable asegurarse de que la cerradura esté completamente seca antes de continuar.
Paso 3: Aplicar el lubricante
En el mercado podemos encontrar diferentes tipos de lubricantes para cerraduras. Es recomendable utilizar un aceite ligero o un spray especializado. Aplicaremos una pequeña cantidad de lubricante en la parte superior de la llave y la introduciremos en la cerradura, moviéndola suavemente de un lado a otro para que el aceite se distribuya uniformemente. Es importante no excederse en la cantidad de lubricante, ya que podría dificultar el funcionamiento de la cerradura en el futuro.
Paso 4: Volver a montar la cerradura
Una vez hayamos aplicado el lubricante, podemos volver a montar la cerradura en su soporte. Comprobaremos que todos los elementos están bien sujetos y ajustados, y volveremos a probar el funcionamiento de la cerradura.
Recomendaciones adicionales
Además de los pasos mencionados anteriormente, existen algunas recomendaciones adicionales que pueden ayudarnos a mantener nuestras cerraduras en buen estado:
No utilizar aceites pesados
Es importante no utilizar aceites pesados como, por ejemplo, el aceite de motor, ya que podrían obstruir los mecanismos de la cerradura y causar daños irreparables.
Evitar limpiadores con componentes abrasivos
Al limpiar la cerradura, evitaremos utilizar limpiadores con componentes abrasivos, ya que podrían dañar las piezas internas de la cerradura y aumentar su desgaste.
Realizar un mantenimiento regular
Realizar un mantenimiento regular de nuestras cerraduras, al menos una vez al año, nos asegurará un correcto funcionamiento y prolongará su vida útil.
Conclusión
En resumen, el engrasado de las cerraduras es una tarea sencilla y necesaria para mantener nuestras cerraduras en buen estado. Con unos pocos elementos y unos simples pasos, podemos asegurarnos de que nuestras cerraduras funcionen correctamente y nos proporcionen la seguridad y el confort que necesitamos en nuestro día a día.
Responsable área restauración
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