Se acerca el otoño, la época en la que las hojas de los árboles caen al suelo y las temperaturas empiezan a descender. Pero no solo nuestro jardín se prepara para esta estación del año, nuestros muebles de exterior también necesitan una protección adecuada para soportar las inclemencias del tiempo.
Protección contra la lluvia
La lluvia es uno de los mayores peligros para los muebles de jardín en otoño. La humedad puede causar daños irreparables en la madera, como el desgaste de la pintura o la deformación de las fibras. Para evitar esto, lo mejor que podemos hacer es proteger nuestros muebles de la lluvia.
Una opción es cubrir los muebles con fundas de plástico resistente al agua. De esta forma, nos aseguramos de que el agua no penetre en la madera y cause daños. Otra alternativa es colocar los muebles en un espacio techado o dentro de un trastero durante los días de lluvia.
Protección contra el viento
El viento también puede ser un problema para los muebles de jardín en otoño. Las rachas fuertes pueden arrastrar los muebles y provocar golpes y arañazos. Para evitar esto, lo mejor es fijar los muebles al suelo o a la pared con algún tipo de anclaje, como estacas o tornillos.
Otra opción es colocar los muebles en zonas protegidas del viento, por ejemplo, detrás de una valla o cerca de la pared de la casa. De esta forma, evitaremos que el viento los golpee directamente.
Protección contra el sol
Aunque es cierto que en otoño los días son cada vez más cortos y el sol no brilla con tanta intensidad, aún sigue siendo importante proteger los muebles del jardín contra los rayos solares. La exposición prolongada al sol puede hacer que los muebles pierdan su color original y se decoloren.
Para evitar esto, podemos utilizar protectores solares especiales para madera y aplicarlos sobre los muebles antes de la llegada del otoño. Estos productos crean una capa protectora que evita que los rayos del sol penetren en la madera.
Protección contra las hojas y suciedad
En otoño, las hojas de los árboles cubren nuestro jardín y pueden acumularse en los muebles de exterior. Esta acumulación puede provocar la aparición de humedad y moho, además de manchar y ensuciar la superficie de los muebles.
Para proteger los muebles de la suciedad y las hojas, lo mejor es mantenerlos limpios y secos. Debemos cepillarlos regularmente y retirar cualquier acumulación de hojas o ramitas que pueda estar en el jardín. También podemos utilizar fundas protectoras especiales para evitar que las hojas caigan sobre los muebles.
Conclusión
En resumen, proteger los muebles del jardín en otoño es fundamental si queremos mantenerlos en buen estado durante años. Debemos protegerlos de la lluvia, el viento, el sol y la suciedad para evitar que se deterioren y pierdan su belleza original.
Con estos sencillos consejos, podemos garantizar que nuestros muebles de exterior estarán listos y protegidos para soportar los rigores del otoño.
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