¿Tienes una puerta que roza? Es un problema común en muchas casas, pero no tiene por qué ser un dolor de cabeza. En lugar de sustituir la puerta entera, hay varios métodos simples para repararla y hacer que vuelva a funcionar correctamente.
Comprueba la causa del roce en la puerta
Lo primero que debes hacer es identificar la causa del problema. Si la puerta no cierra correctamente, es probable que este roce se deba a un desnivel del suelo o de la pared.
Si la puerta roza en la parte superior del marco, el problema puede ser que el marco se haya torcido o que la puerta se haya deformado con el tiempo.
En cualquier caso, es importante comprobar si el problema se debe a que el marco de la puerta se ha empezado a desencajar o ha sufrido algún tipo de daño. Inspecciona cuidadosamente el marco de la puerta y comprueba si hay algún problema estructural. Si no estás seguro, lo mejor es buscar la ayuda de un profesional.
Ajusta las bisagras de la puerta
Si la causa del roce en la puerta son las bisagras, ajustarlas es relativamente sencillo. Lo primero que debes hacer es retirar unos cuantos tornillos de las bisagras que se encuentran en el marco de la puerta. Retira los tornillos sólo unos pocos centímetros y asegúrate de que la puerta sigue en su sitio. Con un nivel de carpintero, comprueba que la puerta esté totalmente nivelada. Si no lo está, coloca pequeñas cuñas de madera debajo de los tornillos de las bisagras para ajustar la altura de la puerta.
Una vez que la puerta esté nivelada, aprieta los tornillos y comprueba que la puerta se abre y cierra sin problemas.
Lima el borde de la puerta
Si el problema es que la puerta roza en la parte inferior o en un lateral, es posible que sea necesario retirar la puerta y limar el borde que roza. Con una lima, elimina con cuidado el borde de la puerta que está causando el problema. Prueba a cerrar y abrir la puerta para comprobar si el problema se ha resuelto y, si es necesario, continua limando hasta que la puerta funcione correctamente.
Cambia los topes de la puerta
Otra solución simple para reparar una puerta que roza es cambiar los topes situados en el marco de la puerta. Ajusta los topes con una llave inglesa o destornillador, girándolos hasta que estén en la posición correcta. Comprueba que la puerta se abre y cierra sin problemas y, si es necesario, ajusta de nuevo los topes hasta conseguir la posición adecuada.
Lubrica las bisagras y los topes
Si los topes y las bisagras de la puerta están oxidados, pueden ser más difíciles de mover y provocar rozaduras. Si ese es el caso, lubrica las bisagras y los topes con un aceite lubricante especial. Rocía el producto en las bisagras y los topes y abre y cierra la puerta varias veces para que el lubricante se distribuya de manera uniforme.
Conclusión
Reparar una puerta que roza puede ser un trabajo fácil si sabes cómo hacerlo. Primero identifica la causa del problema, ajusta las bisagras o topes, lima el borde de la puerta si es necesario, y finalmente lubrica las bisagras y los topes. Si ninguno de estos métodos funciona, es posible que necesites buscar la ayuda de un profesional.
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