Los radiadores son una de las formas más comunes de calefacción en hogares y porque no decirlo, en empresas. Son una alternativa eficiente, económica y fácil de usar para calentar tu hogar en los largos meses de invierno.
Pero ¿qué pasa cuando el radiador deja de funcionar correctamente? Por ejemplo, cuando el radiador no calienta en absoluto o solo lo hace a medias, esto puede ser un gran problema para la comodidad de tu hogar y para ti mismo.
Este inconveniente puede deberse a varias razones. Desde problemas simples como el aire atrapado en el sistema hasta problemas complejos como la acumulación de sedimentos en el radiador.
¿Qué hacer si mi radiador no calienta?
Si tu radiador no calienta, hay varios factores básicos que pueden ser la causa del problema. Aquí te presentamos algunos de los más importantes:
El termostato
El termostato es uno de los componentes más comunes que se dañan en un sistema de calefacción. Si tu radiador no calienta cuando enciendes la calefacción, revisa el termostato. Asegúrate de que esté configurado correctamente, que la temperatura seleccionada esté lo suficientemente alta y que la batería sea nueva. Si todo parece estar bien con el termostato y aún así no calienta, será mejor que pases al siguiente paso.
La válvula del radiador
Otro factor común que impide que el calor fluya por el radiador es una válvula defectuosa. Para saber si la válvula está funcionando correctamente, verifica que esté completamente abierta. Si la válvula está cerrada, no permitirá que el agua caliente fluya al radiador. En ese caso, gira la válvula hacia la izquierda hasta que esté completamente abierta.
El purgado de aire
La acumulación de aire en el sistema de calefacción puede impedir que el agua caliente fluya por el radiador. Si eres lo suficientemente astuto, puedes purgar el aire del sistema con solo un simple destornillador. Primero, apaga la calefacción y encuentra la llave de purga en el radiador. Inserta el destornillador en la ranura y gíralo en sentido contrario a las agujas del reloj para abrir la llave de purga. Deja que salga todo el aire y luego cierra la llave de nuevo.
Acumulación de sedimentos
La acumulación de sedimentos en el radiador es otra de las causas comunes de problemas de calefacción. Esto ocurre cuando se acumulan depósitos minerales y otros contaminantes en el fondo del radiador. Con el tiempo, esto puede afectar la circulación del agua caliente y, por lo tanto, reducir la eficiencia del radiador.
Si sospechas que la acumulación de sedimentos es la causa raíz de tu problema de calefacción, deberás desmontar el radiador y revisarlo. Si encuentras sedimentos, tendrás que limpiar el radiador. Existen productos especiales para hacer esta tarea de limpieza y desinfección. No lo dudes y adquiere uno de ellos en tu ferretería local.
El nivel de agua en la caldera
Si el nivel de agua en la caldera es demasiado bajo, puede impedir que el calor fluya por los radiadores. Esto puede suceder si la válvula de presión está dañada o si hay una fuga en el sistema. Si este es el caso, es posible que debas contactar al técnico especializado de tu calefacción para que revisen la tubería en busca de fugas y reparen el problema.
Conclusión
Hay muchas razones por las que tu radiador no calienta. Algunas son simples y fáciles de solucionar, mientras que otras pueden requerir que solicites servicios profesionales. Ahora que tienes una idea de cuál podría ser el problema, intenta solucionar el problema por ti mismo y, si no puedes, llama a un especialista en bricolaje para que lo revise y lo repare.
En la mayoría de los casos, la solución a los problemas de calefacción es relativamente sencilla y no requiere un conocimiento muy técnico. Solo se necesitan algunas herramientas básicas, paciencia y un poco de tiempo para volver a tener calor en casa.
Ingeniero Industrial & Eléctrico
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