
Cómo hacer los remaches
Los remaches son dispositivos de unión que se utilizan en muchos proyectos de bricolaje, desde la fabricación de herramientas hasta la construcción de estructuras metálicas. Estos pequeños sujetadores se componen de una cabeza y un vástago que se expande cuando se golpea con una herramienta especializada conocida como remachadora. En este artículo, te enseñaremos cómo hacer los remaches para que puedas crear tus propios sujetadores personalizados.
¿Qué necesitarás?
Para hacer tus propios remaches, necesitarás algunos suministros básicos:
- Varillas de acero o cobre
- Un cortador de metal
- Un taladro
- Una mordaza de banco
- Una lima
- Una remachadora
También puedes optar por utilizar remaches prefabricados si no tienes acceso a estos materiales o herramientas.
Paso a paso
Paso 1: Cortar las varillas
Lo primero que debes hacer es cortar las varillas de acero o cobre en el tamaño adecuado para tus remaches. Utiliza un cortador de metal para cortar las varillas en longitudes de aproximadamente 1,5 veces el diámetro de tus remaches terminados.
Paso 2: Taladrar los agujeros
Una vez que hayas cortado las varillas a la longitud deseada, es hora de taladrar los agujeros. Utiliza un taladro con una broca del tamaño adecuado para crear un agujero en uno de los extremos de la varilla. Asegúrate de que el agujero sea lo suficientemente grande como para permitir que el vástago del remache pase a través de él sin problemas.
Paso 3: Dar forma al vástago
Para dar forma al vástago del remache, utiliza una mordaza de banco para sostener la varilla y una lima para moldear el extremo opuesto al agujero. Deberás darle forma de manera que se ajuste perfectamente dentro del agujero de la cabeza del remache.
Paso 4: Crear la cabeza del remache
Para crear la cabeza del remache, coloca la varilla con el vástago dentro del agujero de la remachadora y golpea el extremo libre con un martillo. Continúa golpeando hasta que la cabeza alcance aproximadamente el doble del diámetro del remache.
Paso 5: Unir las piezas
Una vez que hayas creado los remaches, es hora de usarlos para unir las piezas de tu proyecto. Para hacerlo, inserta el vástago a través de los agujeros de las piezas que deseas unir. Coloca la cabeza del remache en el otro extremo del vástago y utiliza la remachadora para golpear el extremo libre del vástago hasta que se expanda lo suficiente como para mantener las piezas unidas.
Consejos y trucos
- Si prefieres utilizar remaches prefabricados, asegúrate de elegir el tamaño adecuado para tu proyecto.
- Si no tienes acceso a una remachadora, puedes usar un martillo y un clavo para crear un efecto similar. Simplemente coloca la cabeza del remache sobre el extremo de un clavo y golpea el vástago con un martillo hasta que se expanda lo suficiente como para mantener las piezas unidas.
- Si estás trabajando con materiales más finos, como láminas de metal, es posible que desees utilizar remaches más pequeños para evitar deformar las piezas que estás uniendo.
- Asegúrate de que el vástago del remache sea lo suficientemente largo para que se expanda completamente dentro de la cabeza del remache sin sobresalir del otro lado.
Conclusión
Hacer tus propios remaches no es difícil y puede ser una excelente manera de personalizar tus proyectos de bricolaje. Con los suministros y herramientas adecuados, puedes crear remaches de cualquier tamaño o forma que necesites para tus proyectos. Sigue los pasos anteriores y pronto podrás unir tus piezas de bricolaje con remaches personalizados y muy resistentes.
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