
Uno de los problemas más comunes en las puertas es la hinchazón por humedad. Esto ocurre especialmente en aquellas puertas que están expuestas al exterior, o que se encuentran en ambientes con alta humedad. Si no se soluciona a tiempo, este problema puede derivar en el deterioro de la puerta y en necesidad de sustituirla.
Cómo identificar una puerta hinchada
Lo primero que debemos hacer es identificar el problema. Una puerta hinchada suele ser difícil de abrir y cerrar, incluso puede que roce con el marco. También podemos notar que presenta grietas o que la pintura ha comenzado a descascarillarse. En algunos casos, la puerta puede presentar manchas de humedad.
Pasos para solucionar el problema de una puerta hinchada
A continuación, te ofrecemos algunos pasos para solucionar el problema de una puerta hinchada:
Paso 1: Identifica la causa del problema
Lo primero que debemos hacer es identificar la causa del problema de la puerta hinchada. Si la causa es la humedad, deberemos tomar medidas para controlar la humedad en el ambiente donde se encuentra la puerta. Es importante evitar la acumulación de agua en el suelo o cerca de la puerta, ya que esto contribuirá a aumentar la humedad.
Paso 2: Retira la puerta de sus bisagras
Una vez que hemos identificado la causa del problema, procedemos a retirar la puerta de sus bisagras. Para poder retirar la puerta, debemos sacar los pasadores de las bisagras. En algunos casos, puede ser necesario utilizar un martillo o una maza para golpear con cuidado el pasador y poder sacarlo.
Nota importante: Es importante trabajar con cuidado al retirar la puerta, ya que podemos dañar la pintura o el acabado de la misma.
Paso 3: Lija la puerta
Una vez que hemos retirado la puerta, procedemos a lijar la zona afectada. Utilizaremos papel de lija de grano grueso para retirar la parte hinchada. Posteriormente, utilizaremos papel de lija de grano fino para alisar la zona.
Nota importante: Es importante trabajar con cuidado al lijar la puerta, ya que podemos dañar la superficie de la misma si aplicamos demasiada presión.
Paso 4: Aplica sellador
Una vez que hemos lijado la zona afectada, procedemos a aplicar un sellador para evitar que la humedad vuelva a afectar la puerta. Para ello, podemos utilizar un sellador acrílico o uno de poliuretano. Aplicaremos el sellador siguiendo las instrucciones del fabricante.
Paso 5: Pinta la puerta
Una vez que el sellador se ha secado, procedemos a pintar la puerta. Utilizaremos una pintura de calidad que nos permita obtener un acabado uniforme. Es importante aplicar varias capas de pintura, dejando que cada capa seque adecuadamente antes de aplicar la siguiente.
Paso 6: Vuelve a colocar la puerta en su sitio
Una vez que la pintura se ha secado, procedemos a volver a colocar la puerta en su sitio. Para ello, pondremos los pasadores de las bisagras en su lugar y los golpearemos con cuidado para asegurarnos de que están bien sujetos.
Nota importante: Es importante trabajar con cuidado al colocar la puerta, ya que podemos dañar la pintura o el acabado de la misma.
Otras opciones para solucionar el problema de una puerta hinchada
En algunos casos, puede ser necesario realizar otros tipos de reparaciones para solucionar el problema de una puerta hinchada. A continuación, te ofrecemos algunas opciones:
Reemplazar la puerta
Si la puerta está muy dañada, puede ser necesario reemplazarla por una nueva. En este caso, deberemos elegir una puerta que sea resistente a la humedad y que haya sido diseñada para uso en exteriores.
Reparar el marco de la puerta
En algunos casos, el problema de la puerta hinchada puede estar relacionado con el marco de la puerta. Si este es el caso, deberemos realizar las reparaciones necesarias al marco para solucionar el problema.
Instalar una barrera contra la humedad
Otra opción es instalar una barrera contra la humedad en el ambiente donde se encuentra la puerta. Esto puede ayudar a evitar que la humedad afecte la puerta en el futuro.
Conclusión
En resumen, si tienes problemas con una puerta hinchada, es importante que identifiques la causa del problema y tomes las medidas necesarias para solucionarlo. Si el problema es la humedad, deberás controlar la humedad en el ambiente y realizar las reparaciones necesarias a la puerta.
También es importante trabajar con cuidado al retirar la puerta de sus bisagras y al lijarla, ya que podemos dañar la pintura o el acabado de la misma. Finalmente, recuerda que existen otras opciones, como reemplazar la puerta o instalar una barrera contra la humedad, si las reparaciones no funcionan.
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